I JORNADAS DE ARCHIVOS EN TEGUISE

    ORDENANDO PAPELES. DE LOS REYES CATÓLICOS A JUAN NEGRÍN

El objeto fundamental de estas jornadas era dar a conocer las razones que sustentan la existencia de los archivos, tanto públicos como privados; el porqué de su génesis, desarrollo y uso, así como los valores de los documentos escritos. Para analizar dichas cuestiones recurrimos a diversos ejemplos, como fueron: el Archivo de la familia Lercaro de Tenerife, el Archivo General de Indias (no estaba incluido en el programa pero su director accedió a dar una conferencia), los Archivos de los antiguos Concejos de Canarias, y el Archivo Juan Negrín. A estas conferencias se añadieron otras tres con la pretensión de resaltar la necesidad legal del documento escrito, la necesidad de conformar una memoria adecuada a la sociedad de cada momento y el enorme valor añadido que supone la restauración de documentos. A resultas de las diversas ponencias, podemos construir unas conclusiones que pueden servir a su vez de hipótesis para futuros trabajos de investigación en el ámbito de los archivos y los documentos:

• 1.- Los archivos públicos, creados en el desarrollo de sistemas burocráticos a lo largo de toda la Historia, han servido y continúan siendo empleados como un valor activo de los sistemas de poder, ya sea como herramienta administrativa, para conformar una memoria adecuada a sus intereses o para contradecir una postura política contraria.
• 2.- En este sentido también se muestran algunos archivos familiares conformados en los siglos XVII y XVIII, cuando se producen casos en los que el proceso de construcción de los archivos se vinculan a procesos de construcción de una memoria familiar, con unos objetivos que pueden ser tanto económicos como demostrativos de linajes, y útiles para reclamar derechos que se consideran legítimos.
• 3.- En consecuencia, los archivos han servido para respaldar una narrativa adecuada a las necesidades e intereses tanto de los organismos como de los linajes familiares con pretensiones de nobleza y riqueza, y para transmitir una identidad e imagen muchas veces sustentadas en el uso, abuso, manipulación y destrucción de documentos, con lo que se produce una selección de la memoria a transmitir.
• 4.- Además, quedó patente que el Estado, la sociedad, la administración ha evolucionado más que la función social del archivo, y esto es porque los archiveros han sido formados, fundamentalmente, en el servicio a la administración, lo que muchas veces supone obviar a la sociedad.
• 5.- El archivo no debe limitarse a documentar la actividad administrativa de su institución, sino caminar hacia su meta final: documentar la sociedad. Para esto es necesario que el archivero no sólo realice su trabajo sobre los documentos que recibe, sino que denuncie la destrucción arbitraria o incontrolada por parte de los productores de documentos; y fundamentalmente, que el archivo planifique la conservación de la memoria de la sociedad y no sólo la imagen de una Administración Pública que responde a sus propios intereses.
• 6.- El objetivo del archivo y del archivero debería ser documentar la sociedad en todas sus facetas e intereses, pero este objetivo debe ser realizado por un grupo con representatividad social, cosa que actualmente no sucede en las juntas y comisiones de valoración actuales que reflejan los intereses de la Administración, no de la sociedad en su multiplicidad. En consecuencia, hay que repensar el modo de valorar los documentos y el papel que juegan los archiveros en el mismo.
• 7.- De igual manera, en el ámbito de los archivos familiares, esenciales para entender la Historia social, hay que buscar una nueva teoría archivística sobre por qué se forman los archivos, ya que los principios de procedencia y orden natural, no son válidos en este ámbito.
• 8.- Se hace presente la necesidad de un archivo más volcado en las necesidades de la sociedad, y que ésta pueda acceder de forma libre a la información.
• 9.- Para garantizar la construcción de una memoria que refleje la sociedad es necesario interconectar archivos de diversos ámbitos, tanto de organismo públicos, como privados y organismos no gubernamentales. Y para que esto resulte útil, es fundamental un sistema de archivos que interconecte los fondos documentales para que cualquiera pueda acceder a los documentos de forma fácil independientemente de qué organismo haya producido un documento concreto o dónde se encuentre.
• 10.- Es necesario estrechar el vínculo entre los diferentes actores que se relacionan con los documentos: productores, archiveros, investigadores y restauradores para analizar y garantizar la pervivencia de una memoria útil a la sociedad partiendo de la conservación preventiva y recurriendo a restauradores profesionales en caso de necesidad.

Víctor M. Bello Jiménez 

Juan Ramón Núñez Pestano

 Sergio Millares Cantero

Verónica Ojeda Jiménez

Enrique Pérez Herrero

Francisco Sanchís Moreno